¿Le interesa una opción de tratamiento
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Publicado el 18 de mayo de 2022
Meera estaba en lo más alto de su carrera en Broadway cuando le diagnosticaron esquizofrenia. Ahora, 25 años después, mientras recuerda su recorrido y cómo han evolucionado sus perspectivas sobre la esquizofrenia, su tratamiento y sus relaciones, comparte su historia para a mostrarles a otras personas que no están solas.
Recientemente hablamos con Meera para conocer más sobre su recorrido con la esquizofrenia desde el diagnóstico hasta el tratamiento, y cómo encontrar el plan de tratamiento adecuado para ella ha tenido un impacto positivo en su vida.
1. ¿Puede contarnos un poco sobre el tiempo previo a su diagnóstico de esquizofrenia?
Antes de mi diagnóstico de esquizofrenia, estaba en lo más alto de mi carrera en Broadway. Hacía giras internacionales y protagonizaba producciones de alto perfil. Vivía para "el brillo y el glamour" que acompañaban mi carrera, pero notaba que ocasionalmente sentía inexplicables ataques de nerviosismo. Lograba calmarme con una respiración profunda y, en ese momento, no le di mucha importancia.
En el momento de mi diagnóstico, estaba protagonizando un espectáculo en Las Vegas. Todo iba muy bien, pero mi novio notó que mi conducta parecía un poco extraña, como si hubiera empezado a tener conversaciones con la televisión. Sugirió que consultáramos con un psiquiatra.
El psiquiatra me diagnosticó esquizofrenia cuando tenía 31 años.
2. ¿Cómo se sintió con su diagnóstico? ¿Cómo ha sido su recorrido de tratamiento?
Nunca antes había oído hablar de la esquizofrenia. Todo era nuevo para mí y no sabía si era bueno o malo, o incluso si era permanente. Cuando mi médico me recetó una medicación por primera vez, recuerdo que me senté en la cama y la lancé con ligereza, sin pensar que la necesitaba. No estuve medicada durante mi primer año de diagnóstico y vi cómo mi vida comenzaba a desmoronarse. No sabía el camino que tenía por delante.
En esa época, mi abuela falleció y, dado mi diagnóstico, mis padres insistieron en que me mudara a casa en Indiana. Peleamos mucho. Ellos intentaban convencerme de que tenía esquizofrenia, pero yo lo negaba y rechazaba todo. Me sorprendió mucho que quisieran que tomara medicación. Yo creía que estar medicada significaba estar enferma (no participar en espectáculos, no actuar con "normalidad") y experiencias con ambulancias y visitas al hospital. Lo único que sabía era que el teatro, esa constante en mi vida, ya no estaba. Me equivoqué y vi cómo mi carrera comenzaba a desvanecerse lentamente. Perdí mi trabajo, mi casa y mi novio, y de repente mi vida se llenó de más visitas al hospital, más miedo y más dolor.
Mis padres eran grandes defensores de la medicación, mientras que yo insistía en que no necesitaba tratamiento. Lo que yo no sabía es que tomar la medicación y seguir un plan de tratamiento es lo que nos ayuda a controlar los síntomas y a volver a nuestra versión de "normalidad".
Tuve que aprender por las malas que necesitaba aceptar mi diagnóstico. Hice el cambio a una medicación inyectable de acción prolongada (LAI) y, una vez que encontré un plan de tratamiento que me funcionaba, todo empezó a cambiar. Vi la recompensa de cumplir con el tratamiento y estaba decidida a controlar mis síntomas. Con el tiempo, con mis síntomas bajo control, comencé a conseguir algunos trabajos, a escribir libros y a involucrarme en la música y en organizaciones de defensoría. Mi relación con mis padres también mejoró cuando comencé a cumplir con el tratamiento, y tener este sólido sistema de apoyo me ha ayudado a comprender los beneficios de seguir utilizando mi LAI.
Hoy en día cuento con sólidos equipos de apoyo y tratamiento, que incluyen a mi familia, amigos y enfermeros. Tener este vínculo con mis equipos de apoyo y tratamiento me ha ayudado a sentirme cómoda y tranquila al recibir mi medicación según lo recetado; es poco demandante y apenas necesito pensar en ello.
3. Ya ha logrado mucho. ¿Qué otros objetivos se propone y qué espera para el futuro?
En este momento, estoy en un gran período de transición: mis hijas están creciendo y yo estoy en esa etapa de la vida en la que me estoy preparando para el "nido vacío". El futuro de mis hijas es muy importante para mí y lo que más espero es verlas crecer y acompañarlas en el camino. Como no necesito tomar mi medicación para la esquizofrenia todos los días y mis síntomas están bajo control, siento que mi trastorno mental realmente ha pasado a un segundo plano y no ha obstaculizado mi vida como madre, esposa, profesora o amiga.
En este momento, soy profesora invitada y, en el futuro, podría obtener mi maestría o mi licencia de enseñanza y convertirme en titular. No creo que vuelva a Broadway, pero sí tengo planes de participar en mi compañía de teatro local. Mi marido y yo también ansiamos viajar más.
Con el tiempo, también me gustaría escribir más. He escrito algunos libros y es posible que cambie uno que escribí sobre mi experiencia con la medicación. Es una historia que relata mi falta de cumplimiento de los primeros años, cuando recién me diagnosticaron y luchaba para aceptar que necesitaba seguir mi plan de tratamiento. Quiero cambiar el final y compartir mi experiencia para mostrar todo lo que pude lograr después de encontrar la medicación y el plan de tratamiento adecuados para mí. Espero que mi historia evite que alguien aprenda la importancia de seguir un plan de tratamiento por las malas, como me pasó a mí.
Cada historia es única. Si es un adulto que vive con esquizofrenia, hable con su médico para determinar un plan de tratamiento adecuado para usted.
Meera se ha aliado con Janssen Pharmaceuticals, Inc. para compartir su historia. Cobró honorarios por su tiempo.
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Para los adultos que padecen esquizofrenia, encontrar el plan de tratamiento adecuado, que suele ser un enfoque integral de la enfermedad, con medicación, terapia y...