Repensar las posibilidades: reflexiones de un enfermero especializado en psiquiatría que vive con esquizofrenia

Carlos A. Larrauri, MSN

Estudiante de JD/MPA en Michigan Law & Harvard Kennedy School | Becario Zuckerman en Harvard's Center for Public Leadership

Publicado el 7 de noviembre de 2022

Elegí ser enfermero especializado en psiquiatría y salud mental (PMHNP) por dos motivos: el primero era para sanarme, porque vivo con esquizofrenia, y el segundo, para sanar a los demás. Quería darle un sentido a mi experiencia y convertirme en esa persona que no estuvo para acompañarme en el comienzo de mi recuperación: una persona que logra convivir de manera exitosa con esta enfermedad.

La mayoría de las personas no tiene experiencia con la esquizofrenia hasta que ellos mismos o un ser querido reciben el diagnóstico, y sus únicos puntos de referencia pueden ser la forma en que la retratan los medios o la industria del entretenimiento. A menudo, los adultos recién diagnosticados y sus familias deben enfrentar sus propios prejuicios e ideas equivocadas a la vez que luchan contra la estigmatización y discriminación de los demás.

Fui muy afortunado de contar con un equipo de sostén sólido, incluidos grupos de apoyo de compañeros, mis amigos y familiares, y mi médico, quienes me ayudaron a ver no solo dónde estaba en ese momento, sino también qué podía lograr y la persona en la que podía convertirme. De esta manera, me ayudaron a derribar el estigma de mi diagnóstico.

Si al comienzo de este recorrido me hubieran preguntado si iba a ser personal de salud o estudiante de derecho, hubiera dicho: "sí, claro, qué buen chiste". En ese momento, estaba luchando para sobrevivir. Sin embargo, con el plan terapéutico adecuado, mi equipo de apoyo me alentó a retribuir a mi comunidad, unirme a grupos de pares y de defensoría, y a continuar mi educación para avanzar en el camino que me llevaría a alcanzar mis objetivos.

Reconocer el potencial más allá del diagnóstico

Abordo mis encuentros clínicos con pacientes adultos dentro de un marco orientado a las fortalezas, con el objetivo de tratar a la persona como un todo y no simplemente de evaluar la enfermedad o de enfocarme en lo que falta. Junto con el paciente, identificamos metas y aspiraciones, destacando lo que pueden lograr al enfocarse en su progreso y reconociendo el potencial del paciente más allá de su diagnóstico.

Además, mi doble rol como paciente con esquizofrenia y profesional de la salud mental me ayuda a desactivar la jerarquía paciente-profesional y a convertirme en un ejemplo de que es posible vivir de forma productiva con esta enfermedad. A menudo, les cuento mi historia para darles esperanza. Suele haber un camino de progreso a pesar de lo que alguien podría pensar o sentir inmediatamente después de recibir el diagnóstico.

La esquizofrenia es una enfermedad crónica y, si bien todavía no podemos impedir que se desarrolle, sí podemos mitigar su impacto con un tratamiento sostenido. Sin embargo, muchos adultos que viven con esquizofrenia, incluso yo, llegan a un periodo de estabilidad temporaria y dejan de tomar la medicación tal como se la recetaron. A veces, se necesita estar cerca de un segundo episodio para registrar finalmente que esta enfermedad es de por vida y que, como tal, requiere atención continua. Es por eso que es tan importante que los adultos con esquizofrenia entiendan que cumplir con la medicación podría mejorar la probabilidad de manejar los síntomas y de atravesar el proceso de recuperación.

Conectar las perspectivas personales y profesionales

Cuando empecé a trabajar en salud mental, la creencia general era que los antipsicóticos inyectables de acción prolongada (LAI) eran para adultos que habían estado largo tiempo en el sistema de salud mental y a quienes no les habían funcionado distintas modalidades terapéuticas. No obstante, la evidencia y la investigación sugieren que podría no ser así, ya que las guías y pautas de tratamiento recientes ampliaron el uso de los LAI en más pacientes.

Por lo tanto, la educación sobre los LAI es una parte crucial del manejo y la atención de la esquizofrenia. Los profesionales y los adultos con experiencias personales necesitan que la educación venza los estigmas o las percepciones erróneas que suelen asociarse a las intervenciones con LAI. Es fundamental escuchar a los pacientes adultos, dejar que hagan sus preguntas sobre las opciones de tratamientos, y trabajar para responder y abordar esos interrogantes. Al hablar sobre los LAI, a menudo, hago paralelismos con otros campos médicos y encuentro que los pacientes tienen curiosidad sobre la administración, la duración del tratamiento y las diferencias con la medicación oral. Al atender pacientes y determinar quiénes podrían ser buenos candidatos o podrían beneficiarse con los LAI, es importante considerar la preferencia de los pacientes, de los cuidadores, las dificultades para el cumplimiento, y si es viable o no que un paciente venga al consultorio una vez al mes o más seguido.

Los contextos del consultorio, a veces, delimitan nuestros hábitos de prescripción. Por ejemplo, como PMHNP, la educación de enfermería no tiene infraestructura para residencias. Por eso, se desarrollan las preferencias y las normas de trabajo en el empleo. Si en los primeros lugares en los que trabaja usan LAI, aprenderá cómo usarlos, pero si no lo hacen, es más probable que esté menos familiarizado con las fórmulas, la administración, las instrucciones de pago y los procesos de cumplimiento. Son esenciales las oportunidades de educación continua sobre todas las opciones de tratamientos viables, especialmente para el personal de enfermería, ya que se ofrecen distintas modalidades de capacitación y educación. Para profesionales, como los PMHNP, y los adultos con experiencia personal, todo se trata de la educación para desmitificar las opciones de tratamientos, como los LAI, y para empoderar la toma de decisiones compartidas entre pacientes y proveedores.

Me convertí en un profesional de la salud, no solo para entender mi experiencia y comprender qué tendría que hacer para afrontar mi enfermedad, sino también para retribuir y ayudar a los demás a recorrer caminos similares. La esquizofrenia requiere un manejo de por vida, pero es posible alcanzar las metas con conocimiento, empoderamiento y un sistema de apoyo adecuado.

Para conocer más perspectivas de enfermeros especializados en psiquiatría, visite la serie Peerspectives en TalkingLAIs.com

Este artículo refleja mi experiencia y mis opiniones propias, y lo elaboré en conjunto con Janssen Pharmaceuticals, Inc. Cobré honorarios por mi tiempo.

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